miércoles, 7 de octubre de 2015

Corre, corre... parte 1

Corre, corre… se dijo a sí misma mientras huía por la frías y resbaladizas calles del centro de Zaragoza. De poco le iba a servir… al final, la alcanzaron.


-                        -   Buenos días, Paco, dijo la inspectora Torres entrando por la comisaría del centro.- se la veía con ojeras pero siempre educada. La noche había sido dura, su hijo tenía fiebre y apenas había dormido tres horas. Menos mal que había remitido y la estudiante de enfermería que cuidaba a Pablo podría con eso y con más.
-                                -    Buenos días Inspectora, ¿qué tal está su hijo?- contestó amablemente el antiguo compañero de su hermano
-                                 -Mejor gracias, sonrió levemente y se fue para su despacho

La inspectora Martínez, del turno de noche estaba arreglando el tablón que usaban para el caso estrella, el caso importante del momento y al parecer había sido muy reciente, esa misma noche.
Le dejó un breve informe encima de su mesa junto al informe médico y se fue, casi sin mirarla. 

Paula se entristeció pues habían sido compañeras y buenas amigas hasta hace poco, y ahora, ni se hablaban. Sólo lo estrictamente necesario, y a veces, ni eso.

Se trataba del asesinato de una mujer de unos 40 años, que había salido de trabajar, de un restaurante del centro. Era la cocinera y se veía una persona bastante normal. En el informe ponía que había enviado a un par de agentes a interrogar en el restaurante y a los vecinos, por si habían visto algo.

Los informes decían que no había agresión, en el informe provisional, decía que había recibido un fuerte golpe en la cabeza, como si le hubieran lanzado algo, y una vez en el suelo, la golpearon de nuevo hasta matarla.

Cuando pasaban estas cosas, ella, a pesar de haber visto unos cuantos crímenes, no dejaba de pensar en la familia de la persona, en la tristeza que sentiría y a la vez, en lo que le pasaría a su familia, a su hijo, si algún día le pasase algo.

Ensimismada como estaba, no se dio cuenta de que su compañero, Nacho, entraba por la puerta. Ella se giró y le vio, como siempre habría venido de juerga, o se había acostado tarde, estaba un poco despeinado y con la camisa por fuera. Su mirada severa bastó para que se arreglase un poco.

-                         -  ¿Qué tenemos, Paula?- preguntó con voz rasposa
-                          - Una mujer de 40 años, asesinada a golpes cuando salía de trabajar. No ha habido ni atraco ni agresión. Sólo la golpearon y se fueron.
-                            -   Vaya,  - contestó Nacho, sinceramente apenado. Nadie entendía las muertes sin sentido, ni las otras, claro. Y en qué calle?
-                         -   La golpearon desde la calle San pablo y salió arrastrándose hasta Cesaraugusto, donde la remataron. Salía de trabajar de un restaurante cercano. No tuvo suerte.

Nacho cogió los informes, Clara Saldón, nacida en 1975, ¿han ido a su casa? ¿algún familiar cercano?
-          Han ido Juan y Marta al restaurante y luego se pasaban por su casa.

Una llamada les interrumpió. Era Rocío, la ayudante de forense, que tenía más datos.
Se dirigieron hasta el sótano donde estaba el laboratorio forense. Rocío les esperaba junto a la fallecida. La mujer asesinada tenía el rostro sereno. La forense siempre hacía que tuvieran ese  rostro, los familiares nunca veían el rostro del dolor o de la suciedad.

-                   - Hemos visto algo muy raro…  -comenzó Rocío. El primer golpe que recibió, fue en la cabeza, en la parte lateral izquierda, la tiró al suelo, y ella pudo arrastrarse. Aunque al final falleció por los golpes en la cabeza. Lo curioso fue, que el primer golpe que recibió requirió de mucha puntería, puesto que por la velocidad y el trayecto, y de noche cerrada, fue muy difícil acertarle.

-                 - Quieres decir, que alguien le tiró el objeto desde lejos, ¿y a acertó?, preguntó Paula con asombro
-                 - Si, contestó Rocío. De unos 6 u 8 metros. Y el objeto en cuestión era pesado, así que se trata de alguien muy fuerte, diestro, y con una gran puntería.  Después, ella se giró y vio como su asesino le asestaba el golpe mortal. Después, se marchó y se llevó el objeto asesino.

      -Gracias Rocío, si averiguas algo, nos comentas.

Nacho miró a Paula mientras subían, tenía mala cara. Desde que se divorció hace dos años, ya no había levantado cabeza. En su trabajo siempre había sido perfecta, pero hacerse cargo de un hijo de 8 años, algo rebelde, ella sola, con este trabajo, no era fácil. Él se alegró cuando ella se divorció, porque siempre se había sentido atraído por ella, y pensó que entonces podría ser su oportunidad, pero ella no parecía receptiva a ninguna relación. Así que simplemente, lo había dejado pasar.
Pero los últimos meses se sentía molesto porque parece que había conocido a un hombre, posiblemente  el padre de algún compañero y parecía ilusionada. Y entonces él no sabía cómo decirle algo…

Paula se dirigió a su despacho. Nacho, vamos a investigar el entorno. Me parece algo bastante premeditado y no algo casual. 

Los compañeros regresaban del restaurante y de su casa. Parece ser que estaba soltera, una persona bastante formal, normal, en el restaurante están hechos polvo, comentó Marta. Se quedó cerrando, limpiando la cocina, como todos los jueves. Se quedaba ella sola porque desinfectaba todos los utensilios. Por otra parte, personalmente vivía sola, el familiar más cercano es su hermana, y sus sobrinos, que vienen hacia aquí.

Entonces esperaremos, dijo Paula. Mientras tanto, ¿habéis visto el móvil o los extractos bancarios?

-          Todo normal. Estamos esperando que nos traigan su ordenador, por si podemos ver alguna cosa más.

Paula estaba bastante intrigada. Un asesinato tan absurdo pero a la vez tan planeado. ¿qué es lo que escondía esta mujer?

viernes, 28 de agosto de 2015

Otro cuento de la Cenicienta

Erase una vez una joven de 15 años llamada Rory, cuya madre acababa de morir. Su padre, que era viajante médico, volvió a casarse a los dos años con una mujer divorciada con dos hijas, una de 14 y otra de 18 años.
Al principio todo fue bien…. Pero el padre tuvo un accidente y falleció, así que tuvieron que vender el piso que tenían y comprarse uno pequeño. Y ponerse a trabajar.
Sus hermanastras se negaron a trabajar así que Rory tuvo que dejar los estudios y trabajar como pinche en un restaurante. Y las mantenía a las tres.
Pasaron dos años. El dueño del restaurante celebraba la boda de su hija e invitó a Rory y a su familia a la cena y al baile. Rory no sabía qué ponerse, tan apenas guardaba un poco de dinero. Así que decidió ir al rastro y comprarse algo.
Llegó la boda y ella se sentía como la hermana pobre, cuando era ella la que trabajaba.
Así que antes de que se acabase la boda, volvió a su casa, cogió su maleta con lo poco que tenía y se fue de casa. Para no volver. Y fue feliz para siempre jamás.



sábado, 14 de marzo de 2015

La primera Vez- 2

Yo me sonrojé y bajé la mirada hacia mi Martini, que ya por cierto no quedaba y me pedí otro. A los cinco minutos sentí su presencia y su fenomenal olor a colonia cerca de mi.

  • -          Hola, me dijo, ¿te conozco? Susurró en mi oído con su profunda voz
  • -          No.. dije, no creo que no.
  • -          Me estabas mirando- dijo sonriendo
  • -          Te confundí con otra persona, tartamudeé, por decirle algo.
  • -          ¿estas con alguien?- siguió preguntándome  mientras paseaba descaradamente su mirada por mi escote
  • -          -bueno había venido con una amiga, y se la señalé, ana estaba en un rincón metiéndose mano con su nuevo ligue. Pero como ves está ocupada
  • -          Muy bien, me alegro así te puedo conocer. Me llamo Santi, y tu?
  • -          Me llamo… María, no le quise decir mi verdadero nombre, Violeta, no se por qué, pero no quería que supiese mucho de mi.
  • -          Bien… maría, encantado

-

Creo que se había dado cuenta que no era mi verdadero nom bre pero no le debía de importar.
  • -          Y bien María, qué quieres hacer? Nos vamos a otro sitio más tranquilo? Dijo con una sonrisa pícara

-          Umm no , de momento podemos quedarnos aquí,  y pensé que quería saber un poco más antes de irme con él a la cama. Porque si, había decidido que sería el.

Me gustaban sus manos grandes pero suaves, me habían rozado el brazo y me había recorrido un escalofrío y olía francamente bien.  Una vez salí  con un chico solo porque olía de maravilla. Y es que me fiaba mucho del olor de las personas.  Además tenía una boca bonita, y unos ojos oscuros preciosos. Aunque su cabello era castaño y algo largo, por otra parte se veía que tenía estilo aunque no iba muy arreglado.  Así que, era el tío perfecto. Pero, ¿cómo llegaría a invitarle a mi habitación sin parecer otra cosa? Supongo que los tres martinis que me había tomado y que no estaba acostumbrada, me ayudarían bastante a ello.

Poco a poco empezamos una conversación sin explicar qué hacíamos ni cómo eramos. Ninguno de los dos estaba interesado en dar detalles íntimos y me pareció mejor. Sus amigos se fueron del pub a otro y nos invitaron a ir y cuando Santi les dijo que no hubo burlas e indirectas muy directas pero el solo se reía. Supongo que le apetecía estar conmigo, aun que no era la chica más mona del bar, supongo que tener una buena delantera siempre llama la atención…

....................

Casi no me puedo creer que una chica tan mona me esté mirando. Me ha dicho Ángel que no me perdía de vista. Y cuando me he vuelto, la he visto mirando, casi descaradamente, aunque cuando le he sonreído creo que se ha puesto roja y ha bajado la vista. Es una contradicción una mujer tan exuberante y bonita con un cuerpo para el sexo, y parece una tímida colegiala. Me acerco a ella seguro. Además desde que rompi con Teresa hace seis meses no he estado con ninguna tía mejor dicho, no me ha interesado ninguna. Pero esta me intriga.

Cuando me acerco a ella se pone nerviosa, se le ha caído hasta el bolso, y al levantarse a cogerlo, veo su fantástico trasero, y me dan ganas de desnudarla y hacerle el amor aquí mismo.  Creo que me estoy excitando. Espero que no sea una petarda como las últimas que se me han acercado.

Se llama María aunque no se por qué, no le pega ese nombre. Parece una chica muy normal, pero ¡no se da cuenta del cuerpo tan excitante que tiene! O lo disimula muy bien. No se da cuenta del efecto que tiene en todo mi cuerpo..

No quiere irse, ha venido con una amiga que por cierto pasa de ella porque está enrollándose de mala manera en un rincón. Solo le falta ponerse encima del tio porque  casi lo están haciendo. Espero que ella no se a así. No lo parece pero… supongo que si va con esta será del estilo.

Se acerca a mi, creo que a olerme…
-hueles muy bien Santi. – dice susurrando y me pongo de repente, duro. Solo por tenerla un poco cerca y olerla también. Huele fresca a flores, y me sorprende porque le pegaría un perfume exótico, no algo floral. Es un contraste que todavía me excita más.

La intento besar pero solo recibo una breve contestación, sin lengua, ni siquiera abre la boca. Se está haciéndola dura… pero pone la mano sobre mi pecho y me dice, vámonos.

................

María suspira, el ha intentado besarla pero a ella le da miedo que él sepa que nunca ha besado a un hombre en serio, y que se de cuenta de lo inexperta que es y por tanto no quiera irse a la cama con ella. Pero cuando le invita a irse, el rápidamente se  apunta.

Tengo una habitación ya que acabo de llegar a la ciudad, dice María, y le lleva a un hotel pequeño y cercano. El la sigue como un corderito sin creerse la suerte que ha tenido. Quien le iba a decir cuando comenzó la noche que la iba a  acabar con un bombón así. Y ella parece que no es consciente de lo buena que está. O lo disimula muy bien porque está acostumbrada a que los tíos babeen por ella.

Llegamos a su habitación y veo sus maletas, parece cierto que acaba de llegar. Si que empieza bien en la ciudad. Me parece un poco descarado por su parte llegar y tirarse al primer tío, pero bueno es su problema, el mío es pasármelo bien.

Le miro, es muy guapo y grande, como me gustan a mi. Realmente no se por dónde empezar, como él no empiece, no sé qué haré… de momento me voy a quitar los tacones que me están matando.


Parece incluso tímida, pero no tiene pintas de tener poca experiencia, no se cómo abordarla… 

martes, 10 de marzo de 2015

La Primera Vez

Hoy pierdo mi virginidad, y lo demostraré, demostraré que no tengo miedo y que soy una mujer adulta.

Mis amigas se reían siempre de que todavía a mis 23 años era virgen cuando ellas se habían acostado con unos cuantos incluso una de ellas ya estaba embarazada… pero no me sentía segura ni siquiera para besar a un hombre, no en serio nunca lo había hecho. Pero cuando llegué a Madrid desde el pueblecito costero cerca de Valencia, de donde vivía pensé que parecería una niña tonta si en algún momento  alguien se enteraba que todavía no había estado con ningún tío.


Así que esa noche que había quedado con la prima de mi amiga, Ana, que vivía en Madrid para presentarme a sus amigos y conocer el ambiente,  me decidí. Me decidí a acostarme con el primer tío bueno que se fijase en mi. Creo que no sería difícil ligar con alguno, yo no estaba mal, sin ser algo espectacular. 

Morenita de piel y de pelo, lo que hacía destacar mis ojos de color miel que matizaban mi aspecto algo agitanado., dicen que tuve una abuela gitana de la que se enamoró perdidamente mi abuelo y se escaparon… bueno una historia muy romántica.

Y de ahí heredé esos genes, mi pelo rizado y negro y el cuerpo lleno de curvas que intento disimular con ropa ancha, pues ya me ha traído algún problema con los  hombres. Mejor esconderse, trae menos complicaciones.

Así que ahí estaba en el pub de turno con Ana que ya se había enrollado con un tío y me había dejado colgada, bebiendo martini tras martini, para darme ánimo para hacer lo que había venido decidida a hacer. Además todavía tenía la habitación del hostal alquilada hasta mañana, con lo cual, no había problema de sitio. El problema sería elegir el hombre adecuado...

Seguía mirando alrededor del bar, pero como era pronto, no había mucho ambiente, aunque si que Ana había encontrado un rincón y un tío con el que darse el lote, solo había un grupo de ejecutivos de mediana edad que claro no me quitaban los ojos de encima, y otro grupo de parejas. Y la verdad que mi primer tío fuera un salido, posiblemente casado y más probablemente borracho, no me apetecía nada.

Me había puesto un vestido ajustado para la ocasión; si quieres pescar, tienes que poner cebo, y aunque era azul oscuro, me marcaba bastante bien las curvas. Y eso que estaba en un rincón, apartada, intentando no llamar la atención de momento, pero claro la melena rizada y la piel dorada, o eso me decían, había hecho que dos moscones maduritos se acercasen a probar suerte. 

En esos momentos todavía estaba Ana y los echó. Ella sabia mis planes, y me miraba raro, ya lo sabía yo , por ser virgen, y me decía que la primera vez tenía que ser memorable. Que eso nunca se olvida. Aunque ella perdió la virginidad a los 16 y casi ni se enteró.


Ya estaba decidida a marcharme cuando vi entrar a a otro grupo que se reunió con los ejecutivos. Con ellos entraron varios chicos que estaban muy bien, cualquier de ellos me serviría. Pensé. Aunque había uno que me llamaba más la atención, alto, fuerte, de hombros anchos, con una camisa blanca remangada y unos vaqueros algo bajos y deshilachados. Parecía algo más mayor que yo pero  no mucho. Parecía limpio, y quizá iba un poco  bebido pero no mucho. Si me he de acostar con alguien, al menos que  sea limpio y que tenga buenas pintas. Tan fijamente lo estaba mirando que lo debió notar o alguien se lo dijo, porque se volvió y me miró a los ojos. Y me sonrió ligeramente.

Novedades

Hola a todos aquellos queridos lectores que de vez en cuando visitan mi blog para ver si hay novedades. Tengo noticias para vosotros. Estoy terminando un relato largo que ya conocéis, el de Vampiro Normal y pronto espero publicarlo. Todavía no hay fecha. Sin embargo espero que sea antes de mayo.

Por otra parte sigo trabajando en otros microrelatos que voy publicando aquí y allá... o guardando para tiempos mejores (como por ejemplo, cuando disponga de más tiempo libre).

Así que solo quería comentaros eso, que aquí sigo y que muchas gracias por estar ahí...
un abrazo enorme
Anne